La línea de la libertad (Pensamiento)

Este libro narra la historia de la Red Comète, uno de los mayores y más exitosos grupos de resistencia, compuesto por belgas, franceses y españoles que unieron sus fuerzas para salvar a los aviadores aliados que caían en territorio ocupado y devolverlos a Inglaterra.

Durante la II Guerra Mundial, el País Vasco -a ambos lados de la frontera francoespañola- se convirtió en un centro de espionaje, heroísmo, luchas de poder y tragedia personal. Este libro narra la historia de la Red Comète, uno de los mayores y más exitosos grupos de resistencia compuesto por belgas, franceses y españoles que unieron sus fuerzas para salvar a los aviadores aliados que caían en territorio ocupado y devolverlos a Inglaterra.

El camino hacia la libertad que se describe con todo detalle en este emocionante libro era un viaje arriesgado en tren, en bicicleta y a pie a lo largo de cientos de kilómetros a través de la Francia ocupada hasta la frontera española en el Pirineo vasco. Armados de astucia y heroico ánimo, los valientes hombres y mujeres que componían la Red Comète arriesgaron sus vidas para crear esta organización clandestina que, dirigida por la elegante joven belga Dédée de Jongh, logró salvar a centenares de pilotos aliados.

Partiendo de entrevistas con los supervivientes y de una exhaustiva investigación en diversos archivos, Peter Eisner recupera -con el brío literario propio de una apasionante novela de aventuras- la historia de un grupo de amigos que decidieron actuar por su cuenta desde un profundo respeto a la libertad y a la dignidad humana para luchar contra el fascismo que había ocupado sus patrias.

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Also available as: The Freedom Line and O Caminho da Liberdade

“Como en Casablanca, nos encontramos ante una vibrante saga de resistencia clandestina, peligrosas intrigas y valor ejemplar. Con una importante diferencia: ésta es real.”
—John Whiteclay Chambers II, Washington Post

“Como en Casablanca, nos encontramos ante una vibrante saga de resistencia clandestina, peligrosas intrigas y valor ejemplar. Con una importante diferencia: ésta es real.”
—John Whiteclay Chambers II, Washington Post